Un balance provisorio

El blog ha resultado una experiencia grata, después de todo. Me ha permitido organizar por escrito algunas ideas (que probablemente tomen forma mas acabada en algún trabajo futuro), bajo la inquietante posibilidad de la mirada inquisidora de algún lector ocasional.

Procurando siempre hacer de este espacio un momento de la emergencia de la subjetividad en lugar de un impúdico espectáculo del narcisismo del autor, no hemos abrevado en cuestiones biográficas, sobreentendidos para los íntimos u otros clichés del burdo pavoneo del plumaje virtual que el 90% de las bitácoras constituye. Muy por el contrario, el esfuerzo hecho desde aquí se ha centrado en gambetear la tentación de hacer de sus entradas una lamentable performance de las pulsiones ególatras de quien escribe. De evitar el pirotécnico exhibicionismo de sus altibajos anímicos o de ufanarse en una idiosincrasia que en su propio acto de autoafirmación da por tierra los argumentos que llamarían al interés de su lectura. En contraposición a esto, hemos procurado cultivar un ámbito disertatibo, de reflexión y (sic) debate. Sin por ello abandonar la provocación, el espíritu lúdico que se corresponde con toda búsqueda, o sencillamente de no permitirse digresiones estético/literarias en lo estilístico.

Sin embargo, y a pesar de lo hasta aquí sostenido, tal vez sea cierta la máxima mcluhaniana y, fatalmente, el medio no sea otra cosa que el mensaje. Por lo que este impondría la condición de posibilidad de sus contenidos. De modo que en los próximos párrafos intentare el ejercicio de hacer un balance personal de este año que se fue, horadando este (hasta ahora) sacrosanto blog hasta la banalidad mas angustiosa. Sean ustedes bienvenidos a la inauguración de nuestro periodo de decadencia en La sana beligerancia…

Concedamos por un instante que contra lo siempre aquí ratificado, la vida puede escindirse en áreas, en compartimentos estancos que parecieran no intercomunicarse. Que nos habiliten la impunidad de diseccionar fragmentariamente nuestra cotidianeidad y fingir que nuestro intimo tormento no lleva la marca de nuestras incoherencias y las contradicciones que nos ponen en tensión, sino que podemos referirnos a esa totalidad inaprehensible que constituye la experiencia en tanto proceso histórico, como si de una mecánica acumulación de elementos se tratase. Ajustándonos a este esquema, pasaremos a sobrevolar someramente lo que de cada una de estas instancias podemos elaborar como balance, esperando que al incondicional lector le resulte, no digo interesante, pero por lo menos curiosa la puesta en discurso que le compartiremos de aquí en adelante.

En lo político sin duda ha sido un año muuuuy movido, arrancando con la inflación que preparaba el terreno para la erosión de legitimidad del gobierno, a quien las mayorías populares no dudan en encontrarle repentinamente todos los defectos que los medios han intentado achacarle desde hace unos cuantos años (soberbia, desmesura, etc), al no ver cubiertas las expectativas de sus bolsillos. Justo allí… Zas!... la 125 y todo el quilombo que tubo en vilo al país durante tres meses y oportunismo opositor mediático/carriotista/derechoso combinado con la logística dhualdo/oligárquico/izquierdista en las rutas y las roscas de entre gallos y madrugadas le impusieron grandes limitaciones de gobernabilidad a una gestión para mi gusto ya pecaba de moderada.

Así y todo el giro estatista del último semestre con la recuperación de aerolíneas y las jubilaciones nuevamente a cargo de la gestión del estado resulto uno grata sorpresa.
De todas formas el kirchnerismo es un gran problema. Pilotea la coyuntura pero carece de proyecto. Aun así sigue siendo el "progresismo realmente existente" ya que todo lo que se proponga como su superación progresista (Estoy pensando en los sectores disidentes de la CTA, en Pino, y por supuesto la izquierda troska que se cae del mapa) no hace otra cosa que engordar los argumentos de la derecha. Al mismo tiempo la alianza de actores y sectores sobre el que el armado del kirchnerismno se ha constituido es el que le impone sus propias limitaciones al proceso.

De modo que la incapacidad del gobierno radica en la imposibilidad de pensarse como proyecto estratégico de Estado mas allá de las próximas elecciones, por lo que abala constantemente la conformación de colectoras de votos, algunas veces a cargo de piqueteros mediáticos, aunque ahora que ha quedado a años luz la "transversalidad" parece ser que en manos del propio PJ, que bien lejos están de constituirse en organizaciones político/ideológicas del campo popular capaces de acumular, sostenerse y crecer en el tiempo aportando a la reconstrucción de los lazos sociales que el proceso neoliberal a minado; con cuadros capaces de repolitizar allí donde hoy solo hay apatía y descreimiento, así como de movilizarse efectivamente en momentos de crisis. Esta orfandad de apoyo de las organizaciones de base se evidencio en este ultimo proceso de confrontación de intereses respecto de las retenciones, donde las ratas se paralizaron ya que no estaban seguras de adonde podría derivar la caja en caso de que todo fallara…

Afortunadamente el giro a la derecha que toda la sociedad viene padeciendo a partir de la recomposición económica de los últimos años, y la capacidad de hegemonizar la opinión publica en los sectores medios (principales beneficiarios de la recomposición económica que ahora que el plasma vuelve a ser posible en cómodas cuotas como con el 1 a 1 pide a gritos que le escondan a los pobres para poder consumir tranquila y por cuestiones de cultura política sigue oponiéndose al gobierno bajo argumentos meramente estéticos) no ha encontrado aun una expresión electoral que pueda representarlo, mas allá del esperanzado aval que los capitalinos le concedieron al proyecto nazimacrista. Habrá que ver que nos depara el 2009…

En la política de entre casa, es decir en mi vida como militante también a sido un año durísimo, desgarrador lo definiría. Compañeros de años ya no son tales. Se cumple la máxima de uno de nuestros viejos mentores que hoy se cruzo de vereda: "En política uno siempre se come un sapo"
El cimbronazo que sufrió mi propia organización nos a puesto a reflexionar en algo que se dice hasta el hartazgo, pero que hasta que no se padece en carne propia no se entiende. "Hay que separar lo personal de lo político". Lo cual, lejos de aseverar una escincion entre la dimensión del proyecto colectivo, trascendente y la de las preferencias personales, aquellas que nos unen a otros por afinidad y placer, mas bien da cuenta de lo ambiguo y contiguo de estas dimensiones. De lo que se trata entonces es de poder sopesar lo político, lo impersonal, lo proyectual, por sobre lo que a mi me gustaría… de modo que hemos tenido que resignar nuestra individualidad y dejar partir gente que apreciábamos, pero que aun así no ha tenido empacho en comportarse de manera ruin, y hasta eso hemos tenido que tolerar para salvaguardar la cohesión y la unidad de nuestra fuerza.

Esto también permitió una maduración a la que solo se accede abandonando la ingenuidad y la buena predisposición per se. De modo que el zarandeo trajo la llegada de nuevas responsabilidades que me expulsaron del tibio limbo de las adhesiones ideológicas que me permitían militar como acto ético/testimonial, para tener ahora que asumir un compromiso mas profundo en los espacios de conducción y poner mi (siempre insuficiente) experiencia al servicio de formar y encuadrar compañeros mas jovenes, contenerlos y afianzar juntos esta nueva etapa de nuestro proyecto político…

En lo afectivo también fue un año movido. Para comenzar, el amor llego a mi vida cuando creí que eso ya no pasaría, lo invadió todo repentinamente y en cuanto me comenzaba a percatar del prodigio, se rajo por la puerta de atrás, subrepticio como un ladrón. Un tormento fugas acompaño mis decensos a los mas profundos infiernos lacanianos y un tardío e inconcluso giro escatológico lapidaron la travesía. Podría incurrir en el lugar común de asumirme mas próximo al desengaño que a la promesa pero al fin y al cabo, los sueños derrotados son signo de la persistencia en la apuesta por los sueños y eso siempre debe ser motivo de celebración. Extraño periplo el de quien parte quedándose tan pobre habiéndome dejado tan rico…
Por otra parte, mi amor cordobes encontro una resolucion definitiba despues de años de herrancia. En el fondo las relaciones, como las personas que las construyen, no cambien. Solo se definen.

Terminando el año la vida sigue siendo generosa en los terrenos de eros, Dionisos es exuberante y prolífico y no tolera objeción a sus dones. Lo que si ha entrado en crisis en mi, es un suspicaz descredito a la viabilidad de los postulados monogamicos, por lo menos para mi vil e insignificante vida. Una bruja amiga me asegura que percibe en mi, sangre de un príncipe ranquel (¿?) y que por tanto tengo legitimo derecho a reclamar tres mujeres… yo no se si hay derecho para esas cosas, después de todo los goles no se merecen, se hacen…

En lo laboral, aun no he podido zafar de los ardides de la alienación del tardo capitalismo de servicios. Y aunque me vengan con que hasta mi edad buena parte de la bohemia porteña se ha ganado la vida haciendo encuestas, les respondo que personalmente detesto la bohemia. Todo ese mundillo intelectualoide/sensiblero que o bien no gustan de trabajar, o bien tienen las condiciones materiales de subsistencia lo suficientemente resueltas para no hacerlo y dedicarse a la masturbación estética y bien intencionada. Claro que yo no puedo decir que escape completamente al primer grupo de los antes mencionados, pero creo tener la decencia para no anteponer melindres de poetastro como argumento para mi flojera… probare la docencia este año, o me dedicare al emporio de la producción de la ensalada de fruta, pero aunque nunca es bueno escupir para arriba, tratare de no volver a tener que encuestar mas a ninguna abuela psicotizada con que quien le golpea la puerta es para sustraerle información para robar su casa (señora: Si la quiero afanar la espero tras la puerta a usted o a su nieto floguer y listo!)…
Lo artístico, que era algo que por un motivo u otro siempre he resignado, tiene perspectivas interesantes. Este año que paso, el blog me impuso producir, así como recopilar algún material que andaba perdido por ahí. Sin embargo no tengo muchas ganas de hacerme de un grupete literario rodeado de palermitanos que se creen la gran cosa por que se juntan a lucir sus vanidades a través de sus configuraciones textuales. Lo mío esta mas cerca del pogo, de la vitalidad artística que solo puede vivirse de forma visceral. La poesía, hoy día solo puede respirar enmarcada en un virulento riff, tal es la decadente sensibilidad de época capaz de vivenciar la frágil frontera entre fenómeno estético, ritual y manifestación de Dios… Este año que entra es el año de reformar la banda y creo haber encontrado la gente! faltan las groupies, pero ya estamos trabajando en eso.

En lo espiritual debo asumir que este año fue revelador en cuanto a la forma de aproximarme al misterio de lo divino y lo sagrado. A contrapelo del ascetismo imperante en las sectas tradicionales, mi aproximación mística a través de los excesos me ha brindado inusitadas experiencias ente el terror in totum que es el vértigo de la manifestación de la divinidad. El problema con la ofrenda Potlash es que: 1) La experiencia de lo sagrado se daba de modo colectivo 2) Los pueblos que la cultivaban respondían a mecanismos culturales de regulación que permitían la subsistencia de la esfera profana de producción y reproducción de la vida material. De modo que la aprensión de lo sagrado como experiencia deberá estar mediada por algún mecanismo que me redima de dilapidar compulsivamente. Creo que las lecturas de Bataille conjuntamente con los postulados materialistas de la teología de la liberación tal vez sean una combinación excesiva. Leonardo Boff, sin embargo, habilita un puente entre cristianismo y animismo que me invita a una incursión chamanica para este año entrante. Si finalmente encuentro un buen guía quien sabe si finalmente pueda experimentar con sustancias o plantas de poder…

Respecto de mi actual situación, bastara decir que el gran triunfo de este año ha sido mudarme finalmente a capital federal. El departamento me crispa al punto de caminar por las paredes. Añoro la posibilidad de salir a dar una vuelta, a tomar aire, o lo que sea, sin que mi recorrido este mediado por alguna instancia de consumo. No puedo negar sinambargo, que la oferta cultural es amplia, aunque la gestión PRO para el mes de enero es inexistente en materia de alternativas para pasar el tiempo.

Lo que realmente me molesta, aunque ya lo conocía de antemano, es la idiosincrasia del porteño caucásico medio. Esa cosa entre soberbio e impaciente o progre gorilon. Eso de celebrar el enrrejado de las plazas. Reproducir maquinalmente el discurso de clarín en los comentarios cotidianos. Tener horror a rozar otro cuerpo en el subte o en el bondi. Llevarte por delante en la calle y estar tan alienado como para culparte a vos por venir caminando en el sentido correcto. Resoplar y putear a los políticos sin jamás comprometerse ni cinco minutos para colaborar en algo de la esfera pública, por modesto que sea. Opinar cosas como que no hay que darle plata a los chicos que piden "por que fomentas la explotación" o que la culpa de todo en este país la tiene "la falta de educación" de modo que cuando todos estén escolarizados recién ahí van a poder "votar bien" es decir, como ellos votan… En ese panorama no puedo menos que sentirme el buen salvaje roussoniano… Hay que asumir que el conurbano bonerence, con sus limitaciones y su herencia feudal cuasi premoderna, sigue albergando en su maravilloso pueblo a los sectores mas progresistas del pais.

Para finalizar. Puedo afirmar sin temor a equivocarme que abrevando la tercer década, la experiencia vital condensa su ímpetu. A pesar de mi chicatera, los colores son mas vividos, los sabores mas exquisitos y variopintos, el sexo mas intenso, la reflexión mas aguda y el arte mas conmovedor y significativo que antaño. El gran desafio será abandonar el estado de gracia que hoy me envuelve para asumir la concrecion histórica, con sus heridas y suturas.

Contra lo que siempre desde aquí hemos cuestionado, hoy puedo afirmar que soy realmente pura potencia. Cualquier camino que tome a partir de hoy podría serme viable. Puedo ser un artista embustero, comandante de una organización insurgente, gurú de una secta extática, actor porno o delincuente (de entre cuyas formas, la del boquetero es la que mas me interesa) etc, etc, etc. Sin embargo no encontré aun la cosa a la que me placería dedicarme en lo inmediato, y en este sentido, por maravillosas y embriagadoras que se presenten las posibilidades y virtudes que uno alberga; cabe recordar que las cosas no valen por lo que podrían ser, sino por lo que finalmente terminen siendo.

Pero como todo lo existente lleva en si mismo el germen de su propia consumación. De modo que será cuestión de concentrarse en oir el profundo y casi imperceptible rugir de la latencia…
De todas formas, tengo a mi favor la profunda certesa de lo que jamas sere. Jamas me encontrara la historia dudando, tituveando, a la hora de ponerme en juego por alguna causa. Antes me encontrara equivocandome que pretendiendo salvar mi pequeña e insignificante conciencia. Tampoco habara situacion que arranque de mi un cato de traicion. Mi palabra siempre es una sola.

Hay quienes necesitan imperiosamente hacerse de una sensacion que les confirme que estan realmente vivos. Hay quienes solo el "fluir" parece confirmarles que las cosas comienzan a concretarse. Yo he tomado un camino mas costoso, el de heregirme, con todas mis infifitas limitaciones, en artifice de mi destino. Ya conprendi que la pura potencia es una ilusion. Que el eterno retorno es mas un anhelo que una realidad. Y aunque hay quienes siempre reaparecen bollando por los mismos sitios, existir implica una definicion. Una decicion soberana de la que asumimos que no habra vuelta atras. O en todo caso, una segunda oportunidad (con vocacion de definitiba), pero nunca un comenzar de cero.

El tiro con arco zen me enseño que no necesariamente es el yo, quien acierta en el blanco, sino mas bien quien suelta la flacha habiendose sincronizado con el preciso momento en el que esta inevitabremente esta en posicion de acertar en el blanco. de todas formas, sigue habiendo una decicion que tomar. Un yo que solo amerge afirmado en la accion.