De movimientos, Movimientismo y movimienteros...


Es interesante la proliferación de proclamas sexistas larbadamente contrabandeadas en reivindicaciones “de genero”. Hablar de políticas de genero es, al criterio de una amiga y compañera de mi estima, un equivoco, cuando no un acto de demagogia.

Vean sino como todo grupillo “progre” y políticamente correcto organiza una comisión de genero como si estas temáticas podrían tener un campo de autonomía en lugar de , como evidentemente sucede, atravesar todo el espectro de la vida social. Lo cual nos pone de cara ante la realidad de la imposibilidad de una “política de género” como acción política autónoma y escindida. Mas bien ante lo que estamos es ante una problemática que se convierte en una dimensión o aspecto a mensurar en toda iniciativa política.

Pero claro, a los grupos troskos esto les sirve para atraer desquiciad@s, y a los progres les brindas una nueva oportunidad para la corrección política.

Fijense sino, que contradictorio y hasta humillante para las propias mujeres es el hecho de que sus bancas en el congreso deban estar asignadas en un porcentaje mínimo según lo establece una ley ”progre”, en lugar de ser disputadas de igual a igual con cualquier hombre ¿No es esto contradictorio?

No, es bien coherente tanto con la postura martirizada de la mujer que retratan muchos grupos de estos, como con el oportunismo progre de instalarse positivamente en (y ratificar) aquel imaginario que lejos de asumir a la mujer como un igual, parte de una paternalista concepción de “criaturas indefensas” que bien poco tiene que ver con una lucha por la equidad.

Ademas esta salida lo que en realidad termina logrando es escamotear la discusión adentro de los propios partidos para que sus dirigencias machistas y pacatas le concedan el espacio a las mujeres que estas realmente merezcan. En lugar de eso, se resguarda cinicamente la cohesión interna a través de la promulgación de una ley que de paso puede llagar a arrimar un par de votos.

Otra cosa que realmente tampoco se entiende es que tanto tendrá que ser automáticamente asimilado al universo femenino (asi como la propia cuestión de genero parece una cuestión de genero exclusivamente femenino) el tema del aborto, con el cual parece que hay que estar de acuerdo o ser tildado automáticamente de fachista. Si uno es hombre y adhiere todo esta ok, pero si no, esta uno automáticamente descalificado para opinar solo por ser (o elegir ser , ya que estamos tan postmo) hombre. Este suele ser un tema de barricada inentendiblemente reivindicado por la izquierda y resistido por sectores conservadores…

Veamoslo así, los conservas son mala gente y sin embargo defienden la vida. Los zurdos, supuestamente socialistas y colectivistas, quieren la igualdad y sin embargo avalan un tema ultraliberal que no se disputa en otro terreno que el de la ampliación mas radical de las libertades del individuo!!! ¿Quién es quien?

Por ello grupejos de desquiciadas como Las rojas o Pan y rosas (que no son otra cosa que una mascarada para los partidos trotskistas PO y el PTS respectivamente) se infiltran en cuanto encuentro de mujeres allá y tratan de torcer la discusión en cualquier espacio hacia la reivindicación por la legalización del aborto, llagando aun a limites delirantes. Figúrense lo que le paso a una amiga que en el encuentro de Jujuy participo en un ámbito de “Mujer y reinserción para las capacidades diferentes”, y llego el grupejo para pudrírselas y terminar arengando por la liberación de Tejerina, único tema de su agenda para ese encuentro…

Para concluir, cierto discurso postmoderno enfatiza en la lucha de las minorías como principal agencia de movilización y cambio social. Por ello la izquierda, tan tradicionalmente monolítica tras su ideario de consolidación del partido en términos leninistas va levantando temáticas exclusivas para traer agua a su molino. Este fenómeno también se liga al auge de las ONGs, curro complejo si los hay, que se dedican a problemáticas especificas financiadas con el dinero de multinacionales o organismos multilaterales de crédito.

Tenemos entonces una sociedad civil bastante activa, pareciese, hay grupúsculos que luchan por la igualdad de genero, el aborto, las minorías étnicas, otros que quieren mas educación vial y otros que pretenden frenar la caza indiscriminada de koalas.

Mientras la lucha por los derechos de las minorías se radicaliza las grandes mayorías que son el Pueblo todo, sigue incrementando sus bolsones de pobreza. Se siguen muriendo de inanición 37 chicos por día en un país que produce al año 20 veces la cantidad de alimento que necesita para que su población subsista.

Quien escribe, cree apasionadamente en la práctica del movimientismo como herramienta de construcción política. En la contundencia de ámbitos específicos y concretos de organización, como los sindicatos, cooperativas, agrupaciones estudiantiles, etc que con motivo de problemáticas urgentes del colectivo van conformando alternativas solidarias cuyo alcance comienza a reclamar horizontes mas bastos para profundizar las transformaciones.

Pero jamas debe olvidarse que todas estas luchas, si bien exigen resultados en el corto plazo, no deben abandonar la necesidad de una articulación mayor y menos sectaria ya que todas y cada una de ellas es el emergente donde se ha materializado en su particularidad concreta, una totalidad abstracta que las abarca, que es el propio ordenamiento social capitalista.

Hasta entonces todo movimiento continuara jactándose de ser el mas vulnerable y explotado y por ende reclamara estar la vanguardia de las problemáticas sociales. Toda una fiesta en el Titanic, mientras las grandes y silenciosas mayorías padecen.

Contra los llamados goticos


“El gótico es mostrar al mundo que no hay justicia,
que estamos cansados de eso y que nos tenemos que refugiar
con ropas negras (nuestro eterno luto por el mundo)
para gritar "¡Los odio a todos, ya no puedo más!"
y entonces aislarnos de ellos
y hundirnos en nuestro mundo, para siempre.”

“Si de veras quieres saber lo que es sufrir...
entonces ve a vivir a un pais del tercer mundo!!!”
Sout Park
Dialogo de Kenny a Stand
durante su experiencia como gotico


Durante el primer lustro de los 90s quienes cultivábamos golosamente nuestra afición por el rock con discos de Pantera o Caníbal Corpse, comenzamos tempranamente a notar el gradual desembarco de bandas europeas que se direccionaban a un nuevo horizonte sonoro de imponentes climas y majestuosa melancolía y dramatismo en su acervo melódico. Eran el primer Paradise Lost, Therion, y hasta los americanos de Tipe 0 Negative. Comenzó a resonar la palabrilla “gótico” como una referencia a investigar. Dimos entonces con el darck pop de los 80s, redescubriendo The Cure, The Cult y Siuxsy que realmente nunca había sido olvidada por nuestros primos del Punk y el Hardcore… pero también llegaron Bauhaus, The sisters of merci y Fields of the nephilin. Todos hallazgos que celebrar calurosamente y un imprevisto giro hacia las sombrías delicias nocturnales nos hechizo por algunos instantes. Tal vez por que no llegamos a vivir con intensidad la oscuridad grunge es que hayamos tenido una suerte de adolescencia tardía embelezados por el influjo de Moonspel, Empirium y los majestuosos Lacrimosa. Un paraíso terrenal se habría paso para mutar ahora incluso el black metal y con Cradle of Filth y Dimu Borgir ya estábamos tocando el cielo con las manos, cuando tras ellos llegaban Arckturus y The kovenant!!!. Extraño cóctel aquel. Nihilismo, misticismo, melancolía y tragedia teñidos de los mas deliciosos matices nocturnales.

Pero lo bueno no dura demasiado sin que la industria cultural lo vulgarice y licue todo elemento que pudiera resultarle un genuino escollo para la realización de su masividad que no es otra cosa que la realización de su mercado. Y con esto no digo que lo masivo sea ontologicamente negativo, eso seria incurrir en una concepción elitista de los consumos culturales, al fin y al cabo en 1982 Maiden era la banda mas importante del planeta. Digo solo que las estrategias comerciales para venderte algo suelen tener que ser lo suficientemente edulcoradotas como para hacer hetorogeneizable cualquier expresión genuina…

Ahora bien, otra curiosa paradoja del auge del gótico, mutado hasta subgéneros delirantemente absurdos como el emocore, es que se trata de una masibidad dispersa. Esto le brinda a estos chicos la ilusión de ser parte de algo realmente particular. De ser ya no los revoltosos del secundario, como éramos nosotros con nuestras chaquetas metaleras (y la actitud con la que las acompañábamos, claro), sino de ser los “raros”, los “misteriosos”… Nuestra pasión por la musica nos hacia conocer toda la genealogía de nuestro santoral de héroes, los diferentes marcks de Purple, la discografia del Sabbath de Ozzy, los discos bisagra de la N.W.O.B.H.M., etc, etc.

Los chicos góticos en cambio sienten el derecho de desconocerlo todo (cualidad que compartieron quizás con el ñumetal cuando este genero amenazo con comerse el mundo, como toda moda… ), no hay en su subcultura ni tradiciones ni próceres que rememorar, basta la profusa aunque al mismo tiempo baga alusión a un anticristianismo que hubiera sido mas entendible en el siglo XVIII que en este postmoderno siglo XXI, y un antojadizo coqueteo con el sadismo y la bisexualidad… Como verdaderos chiquillos de la postmodernidad se regodean en pertenecer a algo que solo ellos, o mejor dicho cada uno de ellos puede comprender y con eso les basta, ya que les ahorra el trabajo de hallarse comprometidos con algún tipo sistema ideológico (usando el término en sus acepciones mas lábiles) conforme el cual deban ser coherentes.

Pero esta abulia se extiende incluso al rastreo de los hechos mas puntuales que pudieran detallarse de su universo de referencia. Es gracioso ver por ejemplo como muchos copian y pegan el desastrosamente incompleto informe de la wikipedia en castellano sobre el gótico, atribuyéndoselo a su propia autoría. O como queda tan lindo mencionar que el origen de la palabra gótico se atribuye al historiador de arte Giorgio Vasari quien nombro así al arte barbarico precristiano, omitiendo eso si, por que claro… había que seguir leyendo historia del arte y eso no parece tener onda para hacerse el oscuro… que Giorgio Vasari en realidad califico asi a este arte creyendo erróneamente que pertenecía a los pueblos godos, o visigodos de allí lo visigotico…

Ni que pedir del movimiento social de protesta que durante el siglo XIX se desarrollo con personas que se pintaron la cara para expresar que el sistema los tenia muertos. Sin duda un relato tan fascinante como el de los luditas (aunque es de aventurar una resolución menos trágica). Cuando uno busca mas sobre esto aparecen los mismos balbuceos en todos los foros: Francia de 1860, obreros y estudiantes con la cara pintada ( O estaran hablando del mayo frances?)… nadie sabe otra cosa que repetir esos datos… tampoco debe importarles dadas las implicancias mundanamente políticas que roza el la historia en cuestión.

Así y todo puede uno encontrar una tragicómica pretensión letrada en imbeciles que se pavonean de haber leído dos (o tal vez tres) libros de Niestche y creen que con eso les basta para sostener un debate filosófico (con algún interlocutor de su misma talla) al tiempo que justificar sus ínfulas de pseudonihilistas superados. Con mucha suerte pueden sumarle al menú algún poema suelto de un romántico como Biron o Victor Hugo por que alguien les dijo que eso tiene onda y en una de esas el combo cierra con Poe, Lovercraft e inclusive algún autor best seller como Anne Rice… basta con esto para aspirar al canon de muchachos “cultos” que su sistema de prestigiacion interna establece…

Es curioso, en la medida que uno reconstruye los rebordes de la subcultura gótica generada en Europa entre los 80s y los 90s puede entender ciertas cosas como propias de las culturas juveniles de los países del primer mundo. De hecho nos es casual que su acogida en nuestros pagos provenga preponderantemente de los chicos de las clases medias (siempre tan atentas a las producciones culturales de los países “serios”) donde según algunos estudios de antropología social, la juventud tiende mas a la andróginea estética que a la ruda masculinización, mas propia de los sectores populares, como es en el caso de las chicas rolingas...

El paganismo, por ejemplo, ha sido un elemento románticamente reivindicado por los góticos europeos. Pero como nuestra educación mitrista sarmientina nos ha enseñado, en América no tenemos un pasado pagano precristiano. Los “darcketos” mexicanos, sin embargo, echaron mano a su sincretismo del día de los muertos y estetizaron su gótico local con sus paganismos regionales. Pero claro, es Mexico, que no tiene empacho en mostrarse mestizo. Esto mismo horrorizaría a nuestros chicos, como van a hacer algo que los aleje de su masturbatoria aspiración anglosajona?...

Ellos son vampiros, pero vampiros posta! Es decir, a la europea. Por eso lloriquean constantemente por todo lo que los rodea, viven intensamente la gran tragedia de que lo que los rodea no es precisamente un bosque celta, un castillo medieval o un monasterio druida... Los invito a observar este tipo de comentarios que se deslizan al pasar en las paginas y blogs de engendritos góticos clasemiederos (los únicos posibles por otra parte) locales, que rezan amargamente el sentirse rodeados de “incultos”, “ignorantes”, “brutos” y apelativos por el estilo, que parecen con su sola presencia perturbar la onda sensibilidad de sus atormentados espíritus… Quizá por traerles a la mente que mas allá de sus melindres, tras la ventana hay algo jodidamente conflictivo enserio, llamado mundo real…

Será por ello que no existe prácticamente ninguna banda local que este interesada en cantar en lengua vernácula. Un Ricardo Iorio algo más joven y lucido que el actual supo decir alguna vez que “las bandas que cantan en ingles es por que no tienen nada para decirle a la gente”, y algo de eso habrá…

O que estas estén siempre metiendo elementos de folck europeo para aproximarse a como las bandas europeas suenen, pero no a lo que estas bandas europeas intentan representar con su sonido, es decir, lograr una sombría captura sobre su hetos cultural. Para intentar eso los góticos de aquí debieran por ejemplo, remitirse al tango… pero ya se sabe, eso es mucho pedir para estos pequeños colonizados mentales que solo se conforman con parecer europeos…

Todo esto que aquí expongo podrá parecer una diatriba provocadora lanzada contra estas caricaturescas alimañas (casi mayoritariamente pubertas queremos pensar…) que viven de postear boludeces a su grupillo de freaks, consumir anime, presumir de una sexualidad morbosa o ambigua y vestirse de rarillos atormentados, y es muy posible que de momento solo este sea su alcance.

La verdad es que en un futuro post me aproximare mas críticamente al real movimiento gótico, que no puede ser mas que un conjunto de dispositivos discursivos (discos, publicaciones, declaraciones, etc) y practicas culturales (practicas ritualizadas, lugares de encuentro y demás), para desentrañar mejor las ambigüedades y contradicciones de este curioso universo estético con pretensiones de subcultura.

Por lo pronto y como saldo general podemos aventurar que lo gótico según sus cultores nos dejan entrever, es algo así como una película de Tim Burton:

Estética impresionante, entretenimiento asegurado, pero incapaz de suscitar una verdadera, profunda y conmovedora emoción.

Acerca de la mendicidad de neutralidad...

Pocas cuestiones resultan más llamativas que esa profunda vocación de neutralidad copiosamente inculcada en todos los corazones “bien pensantes”.

Es recurrente, por ejemplo, ver en el discurso del autoproclamado “periodismo independiente” la apelación a un lugar trascendental que parece situarse mas allá de una verdadera “guerra de bandos” para entonces si, poder estar autorizados a juzgar la realidad o denunciar supuestos eccesos. Del mismo modo se naturaliza sin mas ni mas toda la plétora del republicanismo pedorro, que reclama un ferreo dinamismo institucional capaz de arbitrar la disputa y administración de poder. Aterra a estos señores que sean las personas las que puedan acumular poder y no las etereas estructuras juricas, ya que el poder aparece ante sus ojos como un embriagador tesoro maldito, malo per se. Del mismo modo la justicia se enajena de su sentido punitivo (vengativo o reparatorio, que para el caso es lo mismo) tan solo por separarse su administración de la cólera de los agraviados y quedar en manos de abstractos engranajes legales que garantizarían la pulcritud de su veredicto.

A esta altura de mi desarrollo argumental me percato de la para nada desafortunada elección de los tres ejemplos mencionados y de la utilidad de desmenuzarlos mas detenidamente para llegar al punto.

En el caso del discurso periodístico será necesario retrotraerse al desarrollo histórico de esta actividad. A fines del siglo XIII, la prensa era un poderoso vehiculizador de ideas políticas. La llamada prensa facciosa llegaba a los círculos intelectuales proveyéndolos de argumentos “ilustrados” para ganar los debates públicos y cultivar el fermento ideológico que debían estos propagar en las mayorías para hacerse del consenso social necesario. En la medida en la que las políticas de alfabetización masiva generaron a lo largo del siglo XIX un novedoso mercado de lectores y la publicidad se fue incorporando como un elemento vital para la subsistencia de esta novedosa industria, comenzó a importar el numero de venta de ejemplares, con lo cual fue necesario abordar temas de interés para el común de los lectores. De modo que la discusión politico-filosófica abstracta fue abriendo paso al morbo y la truculencia de los relatos policiales. Comenzó de este modo a perder terreno la opinión en la medida que se acrecentaba la “descripción objetiva” de los hechos. Así nace el discurso de la tan mentada objetividad periodistica. Mas como una maniobra para legitimar el abandono de la toma de posición en post de una supuesta “desinteresada” y “honesta” descripción de acontecimientos. Nótese la contraposición: “desinterés” (por que parese que es tan feo en la vida ser interesado…) y honestidad vs. toma de posición (opinión, juicio, subjetividad)… De modo que la nueva prensa mercantil, que en la era de la medición del rating ya no conserva ni pizca de dedesinteresada se autolegitima como una suerte de valuarte de la objetividad…

Este punto conecta perfectamente con el segundo ejemplo. La institucionalidad tan desveladamente pregonada por Montesquie nada tiene de ajena a la lucha de intereses en el seno de la sociedad, sino todo lo contrario ya que todas y cada una de las formas institucionales que una sociedad acepta nace, se desarrolla y cristaliza al calor de una guerra de bandos cuyo resultado impone un orden social institucional que permite, en el mejor de los casos, las reglas de juego para que los actores puedan seguir articulando sus proyectos e intereses sin la necesidad de una confrontación directa. Y esto último no por que estas formas sean necesariamente la encarnación de un hetos pacifico, sino mas bien por que responde a la elemental racionalidad de que una guerra franca resultaría demasiado costosa para todos los actores en disputa. Es risueño ver la invocación del “Estado de derecho” cual paraíso terrenal para estas bárbaras tierras del sur. A sido el mismísimo “Estado de derecho” el que ha permitido las peores vejaciones eugenésicas en la Alemania de la segunda guerra. Otro claro ejemplo de que la institucionalidad nada tiene ontologicamente de provechoso, mas que la licuación de TODA acumulación de poder, incluso la necesaria acumulación de poder de los sectores populares para permitirse transformaciones revolucionarias en la estructura social, y esto, sabemos todos a quien termina beneficiando…

En el caso de la justicia, Foucault ya ha escrito demasiado sobre la modernidad y la sociedad disciplinaria, bastara con agregar que sigue siendo paradójico el atribuirle neutralidad o imparcialidad (que es un termino mas jurídicamente pertinente) a la persecución de lo que justamente no es otra cosa que un interés, es decir, al valor que denominamos justicia. Lo paradojal es el ocultamiento de de la persecución de un interés. Mas bien el obstinado borramiento de dos o tres elementos que todo tienen que ver con lo expuesto. Comenzamos hablando de neutralidad, acudieron entonces otros términos que se relacionan con este concepto: Objetividad, desinterés, imparcialidad, etc

Es este un mundo ideal y también potencial, ya que potencialmente podría ser cualquier cosa. De izquierda o de derecha según permite el orden institucional… idealmente. Un mundo justo ya que las sanciones llegan sin la contaminación del fervor humano, del prejuicio o el rencor, son mecánicas. Donde los hechos se denuncian o describen sin que nadie se remita a las motivaciones o consecuencias de estas denuncias o descrpciones…

La constante es que todos ellos remiten a la negación del sujeto, a un mundo que necesariamente prescinde de actores. A un mundo poblado por fantasmas que no pueden ni percibirlo ni habitarlo, ni actuar en el. Cualquiera de estas acciones destruirían su aséptica e incontaminada perfección.

Este mundo no existe.

El mundo solo puede ser potencial conceptualmente hablando. Lo cierto es que el mundo ES. Y ser implica definirse, actuar (o no hacerlo), tomar posición. Ser implica abandonar la potencialidad de las cosas para realizarse en una. A medida que nuestro tiempo biológico se incrementa en este plano vamos dejando atrás la potencialidad para realizarnos en nuestras elecciones. La mujer que tomamos (o no), el trabajo al que nos dedicamos (o al que no), el hijo que criamos (o no), el libro que escribimos (o no) o el árbol que plantamos (o no), constituyen elecciones irreversibles que nos expulsan del tibio limbo de la potencialidad. Y peor aun, son cosas a las que somos movidos por los mas diversos intereses. Cosas que nos impelen a confrontar. Confrontar contra la adversidad, contra el entorno, contra los que desean lo mismo que nosotros o que sencillamente no desean nuestra realización, confrontar incluso contra nosotros mismos, contra nuestra ambición o nuestra abulia… Todo esta en juego. Todo esta en disputa. No existen garantías mas que la persistencia de la propia voluntad.

Allí andamos todos, tras la huella de un propósito. Espejismos del paraíso perdido que nos seducen a reclamar la mortecina faz de la neutralidad como implacable figura paterna que ordene el totum rebolutum que nos interpela angustiosamente para ser. Asumir nuestra trágica soledad en esta pavorosa contingencia universal será la tarea mas ardua, mas vital y deliciosa de cuanto pudiere arder en nuestro pecho. Tarea que abrazaran amorosa y fervorosamente los espíritus vivos, artifices ellos de su propia historia.

Amen.

Primer Sangre

Comenzaremos esta bitácora anticipando que no seré un tipo de lo mas constante ya que tampoco me va la vida en esto. No obstante, si hubiere alguien con el suficiente tiempo del mundo como para visitar de tanto en tanto este olvidable rincón de la web, advertido esta de que no soy demasiado prolífico ya que a contrapelo de la tendencia generalizada, yo no hago terapia en estas cosas (ni en otros lados de momento).

Trata uno por todos los medios, de ser conciente de sus limitaciones. De saberse finito y no demasiado mejor que el resto de los mortales. Con el culo tan lleno de mierda como el que menos lo aparenta. Trata uno de no ser gorila. De no envanecerse ni regodearse en esa supuesta distinción que lo acompaña a uno tanto en sus elecciones estéticas o en su toma de posiciones políticas. Signos estos, de recurrente autorreferenciacion elitista. Si para el Indio, el lujo (al que el mismo no renuncia ) es vulgaridad. La distinción, repondremos nosotros, es mediocridad. Mediocridad de quienes necesitan creerse despegados y superiores al común, a la maza.

Tal desprecio y espanto por ser uno mas, lejos de revelarse un síntoma de desalienación, de lucidez critica, de sano inconformismo frente a lo dado; emerge como un neurótico complejo que encierra todas sus inseguridades de clase. Ya que lo que esta en disputa muy en el fondo no es un valor del tipo “pobre pero honrado” sino la búsqueda de un prestigio que aunque este uno situado en cualquier sitio del espectro socioeconómico, le otorgue estatus de esa decencia que no tiene que ver con la honradez, sino con ser un “bien pensante”, "alguien que aspira a ser algo en la vida". Alguien que no se deja engañar tan fácilmente. Que “no compra buzones”. Que “la tiene clara”…

Es esta misma mediocridad, y allí si corro el paradójico riesgo de al querer despegarme, incurrir en otro trillado elitismo de mediocres, la que lleva a muchos a situarse en una posición antitética respecto de la original búsqueda de distinción. Me refiero a una particular subespecie de mediocres que ven como rasgo de distinción la servil y filistea aceptación de una cierta concepción “realista” del mundo. Son los que se jactan de haber comprendido como funciona la cosa. Los que sancionan toda actitud critica por resultarles de una extravagancia pedante o sencillamente tildarla de romanticismo ingenuo. Son una particular clase de mediocres que esgrimen un discurso pragmático con esforzado cinismo para justificar sus nulas tomas de posición frente a los hechos de la vida ( O bien para hacer mas llevadero su desencanto ante resultados adversos a sus expectativas en antiguas experiencias). Total: “La cosa es y siempre ha sido así.”

De todas las formas posibles de mediocridad esta es sin duda la mas irritante. No es el entupido pero sincero intento de elitismo a través del snobismo, del escapìsmo artístico o intelectual de quienes pueden permitirse tales melindres, tampoco el confinamiento ritual de aquellos que solo pretenden ser engranajes de lo que el guión del sistema a dispuesto que “se debe ser”. De lo que en estas figuras se trata es de una militante predica a favor de la adaptación servil y canallesca a un mundo cuyas reglas están determinadas ni siquiera por roles sociales tradicionalmente instituidos, sino por la supervivencia liza y llana y tal vez el triunfo, en campos en los que realmente nada hay para ganar, o por lo menos no de ese modo. Llamese dinero, prestigio, sexo…

Si esto ultimo pudo entenderse como un radicalizado llamado al ascetismo, nada es mas lejano a eso que este lujurioso anunciador suyo. Solo es una plétora de desprecio al utilitarismo mediocre. Ni siquiera al utilitarismo de quienes ven en ello una meta de vida, sino al medio pelo que lejos de generar (aunque sea por este medio) algún tipo de logro, de obra, de actuación que documente su paso por este mundo, se satisface en tan solo acomodarse, perdurar y no conforme con eso pretende venir a convencernos.